Por: Javier Cueto, Managing Partner en Imagine Ventures
Hemos leído, escuchado y debatido reiteradamente en los últimos meses sobre la caída de inversión del Venture Capital en Latam y en el mundo el 2022, sumado a un contexto macroeconómico complejo post pandemia y una especie de histeria respecto al futuro y la capacidad de sostenibilidad de las startups. Este debate va de la mano de un ánimo colectivo de incertidumbre, ansiedad y aprensión por diversos factores externos e internos, lo cual genera un estado de “congelamiento” que puede dejar pasar oportunidades únicas.
Si analizamos la data y no las opiniones, el primer semestre 2022 muestra un total de inversiones en Latam sobre los USD 5b, lo cual representa una caída de un 23% respecto al primer semestre 2021, sin embargo, un crecimiento de un 340% versus el primer semestre 2020 y un 21% más que todo lo invertido ese año.
Adicionalmente, esta comparación requiere un mayor análisis, pues esta caída no ha sido uniforme en las diversas etapas de inversión. El segmento “ángel y seed” ha mostrado a nivel global un incremento en el último año de un 9%, a diferencia del sector early stage (serie A y B) que ha caído un 9% el último año y el late stage donde llega a un 38%.
Esto nos hace cuestionar la generalización de una “crisis”, o si estamos frente a un frenazo de la inversión o más bien una corrección luego de un año récord que rompió cualquier tendencia o predicción apoyado en condiciones pro-inversión nunca antes vistas por la pandemia. El análisis segmentado nos permite advertir que hoy las “súper rondas”, startups que levantaron capital a valorizaciones desproporcionadas o con un foco de crecimiento a cualquier costo, son las que hoy están siendo golpeadas, debido a que la incertidumbre de los mercados (y no de la industria del VC) lleva a las empresas a enfocarse en un crecimiento sostenible y mostrar a través de métricas, y no sólo promesas, el valor e impacto que van creando
Hoy el segmento temprano (pre-seed y seed) sigue prosperando porque los fondos entienden que esta es una carrera de largo plazo, contracíclica a las crisis económicas y que en los contextos de mayor incertidumbre aparecen las reales oportunidades de generar un cambio e impacto de alto potencial. Con esta corrección y adecuación del mercado, los VCs en este segmento logran retomar ritmos normales de evaluación e inversión, generando procesos integrales y sistemáticos de identificación de las mejores oportunidades, conocer a las startups y no tomar decisiones apresuradas por el riesgo de quedar fuera de deals.
Esto presenta una tremenda oportunidad para fondos institucionales, family offices, inversionistas y corporativos de apostar por las etapas tempranas y no tomar una posición pasiva o de pausa a esperar.
“¿Qué va a pasar?”, ya que el momento de apostar por la innovación, disrupción e inversión en fondos y startups, es AHORA, dado que el punto de inflexión está ocurriendo y los jugadores pioneros serán los que podrán capturar la mayor parte del valor generado, aprender en condiciones únicas sobre este tipo de inversiones y tomar un rol activo en esta industria.