Columna de Opinión – Camilo Huneeus, CEO Ainwater

Inteligencia Artificial y el Futuro del Agua

Una revolución subrepticia ocurre en el mundo del agua.  Bajo la superficie, literalmente, está ocurriendo una revolución: se está digitalizando. Sí, el agua, ese recurso que damos por hecho todos los días, está siendo transformado por la tecnología.

Pero, a diferencia de otros sectores, el agua tiene su propio ritmo. Las nuevas tecnologías en sistemas de tratamiento pueden tardar hasta 15 años en ser adoptadas. Y no es para menos: estamos hablando de un campo donde cualquier error puede costar vidas y muchísimo dinero. Aquí no hay espacio para jugar a los innovadores descuidados.

Aun así, algo está cambiando. Hay nuevas olas en este mar tecnológico, y una particularmente grande está llegando: la ola de la digitalización. ¿Y quién está surfeando esta ola? La inteligencia artificial (IA).

De “imposible” a “¿cómo no hacerlo?”

Hace apenas un par de años, mencionar inteligencia artificial en una conversación sobre tratamiento de agua era casi un chiste. Los operadores decían: “¿IA? Si todo lo hago en papel”. O, “¿cómo voy a usar IA si ni siquiera tengo sensores en mi planta?”.

Pero algo cambió. Hoy, en lugar de rechazar la idea, la pregunta es: “¿Puede Poseidón, o algún sistema de IA, controlar automáticamente todo en mi planta?”.

¿Qué pasó entre un “no sé ni por dónde empezar” y un “cuéntame más”? La respuesta tiene nombre: ChatGPT. La irrupción de la IA generativa ha puesto esta tecnología en las manos de todos. Ha logrado que incluso sectores tradicionalmente conservadores, como el tratamiento de agua, se atrevan a dar el paso hacia la transformación digital.

Pero claro, no todo es color de rosa. La popularidad de la IA también ha creado expectativas un poco exageradas. Hay quienes esperan que ya sea capaz de controlar toda una planta, reducir costos a mínimos históricos y hacerlo todo de manera autónoma. Eso, por ahora, no es posible.

¿Por qué? Porque manejar una planta de tratamiento de agua es más complejo que escribir un poema o generar una respuesta en un chat. Requiere una combinación de herramientas avanzadas: modelos de machine learning, sistemas de control robustos y, sobre todo, medidas de seguridad que no dejan margen para errores.

IA y la seguridad hídrica

Más allá de los sueños de automatización total, la IA tiene un papel clave en algo igual de importante: la seguridad hídrica.

Vivimos en un mundo donde el agua está bajo presión. El cambio climático, el crecimiento poblacional y la contaminación hacen que garantizar el acceso al agua de calidad sea un desafío. Aquí es donde la IA puede marcar una gran diferencia.

Por ejemplo, al analizar los datos de sensores y sistemas de monitoreo, la IA puede detectar problemas antes de que se conviertan en crisis. ¿Un cambio en la calidad del agua? ¿Un pico inesperado en el consumo? La IA puede verlo venir y dar una alerta, comprando tiempo valioso para actuar.

También estas tecnologías pueden ser aplicadas para cosas quizás menos obvias, cómo reducir la huella hídrica. Incluso la huella hídrica gris, esa del agua que contaminamos sin ver. Optimizar un sistema de tratamiento de agua residual, más allá de lo que la norma exige sin reducir costos, puede significar para por ejemplo una industria promedio evitar que se contamine el agua que 20,000 personas consumen diariamente. 

El estándar del futuro

No obstante, no tenemos duda de que si el estándar a que toda planta aspira hoy es un sistema de control SCADA, en menos de 10 años el estándar será un Centro de Control Operacional, Un gemelo Digital basado en IA y la empresa top of mind, será www.ainwater.com