Tres pasos adelante y dos pasos atrás: Reflexiones sobre la COP29 y los desafíos para la descarbonización empresarial
La lucha contra el cambio climático avanza en un terreno complejo, entre logros significativos y retrocesos preocupantes. La reciente COP29 realizada en Bakú, Azerbaiyán, reflejó esta dinámica. Aunque se alcanzaron progresos en temas como la financiación climática y los mercados de carbono, también quedaron pendientes retos fundamentales, como la eliminación de los combustibles fósiles y la inclusión activa de las economías emergentes.
Tres pasos adelante: Los logros de la COP29
- Incremento en la financiación climática
Los países desarrollados acordaron triplicar su compromiso previo, destinando 300 mil millones de dólares anuales hasta 2035. Aunque esta cifra sigue siendo insuficiente frente al billón de dólares requerido, representa una oportunidad concreta para financiar tecnologías limpias y proyectos de adaptación climática. - Creación de mercados internacionales de carbono
La aprobación de un sistema de comercio de créditos de carbono constituye un avance crucial. Este mecanismo fomentará inversiones en proyectos de reducción de emisiones, permitiendo a las empresas compensar sus impactos y alinear sus estrategias con metas de descarbonización. - Impulso a tecnologías emergentes
Innovaciones como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas (IoT) y las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCUS) fueron resaltadas como esenciales para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono. Estas soluciones no solo optimizan operaciones, sino que también potencian modelos empresariales más sostenibles.
Dos pasos atrás: Retos no resueltos
- Falta de acuerdos sobre combustibles fósiles
La eliminación progresiva de los combustibles fósiles sigue siendo un tema pendiente. La oposición de algunos países productores y la ausencia de consensos vinculantes dejan en el aire el futuro de las políticas energéticas globales. - Participación limitada de economías emergentes
Aunque se alentó la contribución voluntaria de países como China y Arabia Saudita, no se establecieron compromisos claros. Esta falta de responsabilidad compartida refuerza las desigualdades en la acción climática global.
¿Qué implican estos resultados para las empresas?
En este contexto de avances y desafíos, las empresas tienen la oportunidad —y la responsabilidad— de adaptarse estratégicamente. Para ello, es crucial considerar los siguientes aspectos clave:
- Compromiso con objetivos climáticos: Definir metas de emisiones netas cero y priorizar las acciones necesarias para alcanzarlas.
- Innovación tecnológica: Incorporar tecnologías que mejoren la eficiencia operativa y reduzcan la dependencia de combustibles fósiles.
- Transparencia y colaboración: Comunicar de manera clara los avances en sostenibilidad y establecer alianzas intersectoriales para enfrentar retos comunes.
La COP29 demuestra que avanzar hacia un futuro sostenible es posible, aunque los retrocesos subrayan la urgencia de mayor ambición y cooperación. Para las empresas, este es un llamado a liderar con innovación, resiliencia y compromiso firme con la acción climática. En Beeok, seguimos trabajando junto a organizaciones para facilitar su transición hacia una economía baja en carbono, asegurando que cada paso adelante sea significativo.