Columna de Opinión – Javier Cueto Managing Partner & GP de Imagine Ventures

¿Finalmente se viene un punto de inflexión el 2025 en la industria VC?

Esta pregunta ha sido una de las grandes incógnitas y tema de debate en los últimos dos años en la industria del Venture Capital, no solo en Latam, sino a nivel global. Luego del auge de la industria en 2021, con condiciones macroeconómicas muy particulares para reactivar las economías, un boom en las valorizaciones y exits, desde 2023 hemos visto un ajuste muy importante, lo que ha llevado a grandes cuestionamientos sobre la profundidad de este mercado y su real potencial.

Muchos de estos cuestionamientos, sin duda, carecen de fundamentos, ya que el impacto de la industria del Venture Capital es indiscutible. Las principales empresas tecnológicas del mundo han sido financiadas por VCs y más del 25% del S&P500 ha recibido inversión de VCs. El Venture Capital ha sido un catalizador para impulsar las disrupciones tecnológicas que estamos viendo hoy, las cuales, nos gusten o no, están dictando el futuro de la economía y de la sociedad. Sin embargo, es cierto que es una industria que requiere ajustes y necesita demostrar liquidez y retornos consistentes para seguir atrayendo a diversos tipos de inversionistas que apuesten por este activo. En particular en Latinoamérica, donde si bien el activo se ha ido posicionando y siendo más reconocido dentro de las políticas de inversión públicas y privadas, la falta de un mercado más profundo para generar exits y escenarios de liquidez presenta un desafío que debemos abordar con urgencia y colaborativamente.

Luego de un 2023 que mostró una caída brusca en la inversión vs 2022 de un 21,5% a nivel global y de un impactante 54% en Latam, el 2024 mostró finalmente un quiebre en la curva. A nivel global, la inversión en Venture Capital aumentó un 5%, dado especialmente por un crecimiento de más del 50% en el Q4 vs Q3, mientras que en el caso de Latam el aumento fue de más de un 8%, según el último reporte de CB Insights. ¿Qué explicó este cambio? Por un lado, la baja de tasas de interés en Estados Unidos ha empezado a tener un tímido impacto en las políticas de inversión, abriendo un poco más de apetito por la inversión a largo plazo. Por otro lado, el boom de la IA ha captado el interés de los inversionistas, ya que el 37% de todo lo invertido por VCs el 2024 fue para startups desarrollando IA.

¿Se está viviendo una inflexión? Si bien vemos un leve cambio en la tendencia de montos de inversión, debemos hacer un doble click en la data. Primero, tanto a nivel global como en Latam, seguimos en montos de inversión pre-pandemia. Segundo, cuando analizamos la cantidad de inversiones realizadas (startups invertidas), hubo una disminución interanual de más de un 19%, alcanzando el nivel más bajo desde el 2016 a nivel global, y una disminución del 35% en Latam el 2024. Tercero, el tiempo medio para hacer un IPO aumentó 2 años desde el 2022, llegando a 7.5 años desde su primera ronda de financiamiento, poniendo más presión a la duración de los fondos. Sin embargo, a nivel de exits, vemos mejores noticias, con un aumento del 2.7% vs el 2023, siendo los M&A la principal fuente, representando más del 94% de ellos.

Entonces, ¿estamos viviendo una inflexión? Mi apuesta es que sí, pero recién está empezando y con mucha timidez. Hoy estamos viendo un ecosistema más maduro, con emprendedores que ya asimilaron los cambios en las condiciones de mercado, que se están centrando en un crecimiento sostenible y con foco en rentabilidad, lo cual está permitiendo a los fondos invertir mejor, con buenos procesos de evaluación y en negocios con potencial. Los cambios en las políticas monetarias y bajas de tasas de interés seguirán influenciando positivamente a la industria VC este año, pero lejos de llegar a los niveles que vimos en la pandemia. Hoy veo un ecosistema más resiliente, con foco en demostrar con hechos el potencial que tiene y con claridad en los retos que tiene, especialmente en Latinoamérica, donde se vienen años muy desafiantes para demostrar la capacidad de generar exits y retornos a los inversionistas. Mi apuesta para este 2025 es que será un año con mayores montos y cantidades de inversión que el 2024, lograremos superar los niveles pre-pandemia, pero mantendremos una mirada cautelosa y una mejora mesurada. Este año se reactivará con más fuerza el levantamiento de nuevos fondos de inversión, cada vez con tesis más especializadas, lo que ayudará a catalizar nuestro ecosistema y potenciar esta inflexión positiva, ¡en donde todos estamos llamados a ser parte y trabajar incansablemente por demostrar que el potencial del Venture Capital está lejos de ser alcanzado aún!